Soneto al detractor del asturiano
De la lengua
asturiana contendiente,
urbanita profano
y confundido,
de su historia y
cultura se ha torcido,
de su exquisita herencia
un invidente.
Temeroso de un
riesgo inexistente,
oriundo de lo
obtuso y lo engreído,
llorón
insoportable y compungido,
desprecia su
pasado y su presente.
Profeta del
desastre imaginario,
pomposo de lo
absurdo y de lo cutre,
sofista de
supuestos desconsuelos,
Erudito de ultraje
voluntario,
él, del humo y la hecatombe, se nutre,
deshonra de tu
pueblo y tus abuelos.
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